¿Qué
esconde el monte Kholat Syakhl?
Después
del desastre empiezan las preguntas. ¿Cómo es posible que nueve
jóvenes, fuertes, con experiencia, sanos, mueran congelados por el
miedo y por el frío?. Y después de las preguntas, las
explicaciones, que como los peces de colores las hay de todo tipo,
espero no dejarme ninguna en el tintero o mejor dicho en el teclado,
que cada cual elija la que más le guste.
El
monte Kholat Syakhl debe su nombre a una leyenda de la tribu Mansi
(como ya dijimos, significa “Montaña de los Muertos” en mansi)
que cuenta que en el pasado, nueve cazadores mansi murieron por la
noche, de repente, sin síntomas de violencia. Fueron encontrados al
día siguiente por sus compañeros, como dormidos, pero congelados,
por lo que para ellos el monte se convirtió en una montaña
embrujada. Según la leyenda, la montaña estaba habitada por lo que
ellos llamaban “Almas”, que se llevaban la vida del incauto que
entraba en la zona. También la montaña que era el destino de los
esquiadores, Gora Otorten (Отортен), significa en mansi “No
vayas allí”. Cuando la gente que habita estas tierras durante
décadas te avisa de esta manera, habría que tenerles un poquito en
cuenta ¿no?.
TEORÍA
DE LAS FUERZAS SOBRENATURALES:
La
tribu Mansi, cuya ayuda fue muy importante en las labores de búsqueda
y rescate de los muertos, ya que se conocían la zona como la palma
de la mano, lo tenían muy claro: los chicos fueron atacados por los
espíritus de las montañas. Fantasmas, seres etéreos, que eran
los verdaderos dueños de la zona. No aceptaban intrusos,
protegían todo el entorno de las agresiones que los humanos hacen a
la naturaleza. Los muertos de su tribu eran cazadores, y los pocos
cazadores que se adentraban por la zona procuraban no quedarse de
noche.
Los
chicos eran más que intrusos, eran “extranjeros”, cortaban ramas
de los árboles, hacían fuego, en cualquier momento pudieron faltar
al respeto a los espíritus de la montaña y lo pagaron caro.
Si
tenemos en cuenta los diarios encontrados en la tienda, Igor Dyatlov
escribe que su ruta sigue un camino de caza mansi, y que el día
anterior un cazador había recorrido la zona. Ellos dejan marcas en
los árboles, diciendo cuántos cazadores pasan por el lugar y a qué
clan pertenecen. En una de las fotografías de las cámaras
encontradas en la tienda, se ve a Igor posando junto a una de estas
marcas.
“Mansi,
Mansi, Mansi. Estas palabras se repiten con más frecuencia en
nuestras conversaciones. Mansi son gente del norte. Personas muy
interesantes y únicas que habitan en los Urales Polares del Norte,
encerrados en la región de Tyumen. Ellos tienen un lenguaje
escrito y dejan signos característicos en los árboles del
bosque”.Escribió
Igor el 30 de enero.
¿Fueron
los espíritus de las montañas los que aterrorizaron a los jóvenes?
¿Les paralizaron de miedo hasta que murieron congelados?
Lo
cierto es que la maldición del nueve se repite. Los cazadores mansi
muertos de la leyenda eran nueve. Los esquiadores del equipo de
Dyatlov eran nueve. En 1960 un avión con nueve personas, entre
pilotos y geólogos, se estrelló en la misma falda de la montaña.
Murieron los nueve, y al recuperan la caja negra no encontraron
ninguna explicación del accidente. Actualmente, los excursionistas
evitan pasar en grupos de nueve.
TEORIA
SOBRE LA CONSPIRACCION OVNI.
Siempre
que hay una historia misteriosa surge la idea de que ha sido
producida por organismos alienígenas.
La
idea vino esta vez del testimonio de un grupo de excursionista que se
encontraban acampados varios kilómetros al sur, que afirmaban haber
visto la noche de las muertes varias esferas de color naranja
sobrevolando la zona donde se encontraban los esquiadores.
Curiosamente,
uno de los defensores de esta teoría era un militar, que no podía
mostrar las pruebas por estar clasificadas pero aseguraba que
existían. Este caballero era Lev Ivanov. Tuvo muy en cuenta el
testimonio de los excursionistas y en esa dirección dirigió su
investigación, pero le obligaron a cerrar el caso y sus archivos
fueron clasificados. Una vez desclasificados los archivos del
incidente con la caída de la URSS, estos supuestos
archivos ovni no aparecieron con el resto. Ivanov insistía en que
precisamente los suyos, se encontraban entre los “no
desclasificables”

La
teoría de Ivanov apunta a que durante la noche del 1 de febrero,
varias esferas de color naranja, vistas por los excursionistas que
fueron testigo y varios habitantes de ciudades de la zona, y de
procedencia alienígena, sobrevolaron el campamento de los nueve
esquiadores. Cundió el pánico y huyeron. Tal vez no les atacaran,
pero en aquellos años el miedo a luces en el cielo estaba muy
arraigado. Estamos en plena guerra fría… O tal vez sí les
atacaron, obligándoles a huir de la tienda y abandonarla,
escondiéndose en el bosque. Las heridas que sufrieron cuatro de los
esquiadores, según Ivanov, podrían deberse a la colisión de una
nave y el impacto de algún fragmento.
No
se encontraron restos de ninguna nave, pero para Ivanov la respuesta
está en la rápida actuación del ejército, que pudo llevarse los
restos. Los primeros en encontrar el campamento fueron soldados
soviéticos a bordo de un avión. Hasta que llegó el equipo de
rescate del Instituto Politécnico y los civiles pasó al
menos un día, porque ya se habían alejado de la zona, y desde un
principio pensaban encontrarlos vivos.
La
coloración de la piel y el cabello, la radiactividad en la
ropa y la parálisis de los cuerpos, indicaban a Ivanov que fueron
objeto de un ataque alienígena. También le parecía muy a tener en
cuenta la ausencia de la lengua de Dubinina era similar a las
mutilaciones de ganado.
Es
curioso que esta afirmación venga de un militar. ¿Se lo creía
realmente o intentaba tapar algún asunto del ejército?
TEORÍA
SOBRE EL ATAQUE DEL ABOMINABLE HOMBRE DE LAS NIEVES
El
Yeti tampoco podía faltar. Excursionistas muertos en las montañas
bajo la nieve de los montes Urales, donde se decía que habitaba el
abominable hombre de las nieves. Ya desde un principio si empezamos
insultando exista o no, sea bueno o malo, a mí si de entrada me
llaman abominable me cabreo mucho, me imagino que más el bicho en
cuestión.
Los
que apoyan esta teoría, afirman que el aterrador rugido del Yeti fue
los que asustó a los jóvenes y lo que les impulsó a salir
corriendo. Las heridas sufridas por algunos serían la consecuencia
de la costumbre de tirar piedras gordas contra la gente del
animalito, unido a su fuerza descomunal.
No
aparecieron piedras gordas fuera de contexto por la zona, ni pisadas
de Yeti, pero alegan los yetiadictos, que tampoco se buscaron
TEORÍA
DEL USO DE SUSTANCIAS TÓXICAS Y ADICTIVAS
A
ésta la llamo la teoría de las madres, siempre que hay algún
incidente una señora responde “estarían drogados o borrachos o
las dos cosas”. Cierto que un chupito de vodka para entrar en calor
no está descartado. Apareció una botella dentro de la tienda, pero
no se indica si vacía o llena. También la teoría de la comida en
mal estado se barajó en un principio. Que hubieran ingerido bayas
alucinógenas (que broten en la nieve…) o sustancias por el estilo.
Eso explicaría,
según esta teoría, el repentino calor que sintieron, el ataque de
pánico, la desorientación, las alucinaciones… pero no sabemos si
sufrieron alucinaciones o estaban viendo algo real, de hecho el grupo
se organizó bastante bien protegiéndose del peligro, que era la
tienda. Todos parece que vieron lo mismo por su forma de actuar, se
mantienen juntos en todo momento, y no están nada desorientados,
porque en la oscuridad de la noche y soplando un viento que
arrastraba la nieve, fueron capaces de encontrarse.
En
el análisis del contenido de los estómagos de los cinco primeros
encontrados y del resto de los órganos de los cuatro restantes, no
se cita la presencia de ningún tipo de sustancia extraña. Esta
salida habría sido muy provechosa de haber encontrado algo y culpar
a los alucinógenos, aunque tratándose de deportistas y
de jóvenes de posición respetable, las familias no lo
hubieran dado por válido. Está claro que no eran unos
irresponsables y drogarse en lugares extremos no es de inteligentes.
Leyendo
sus diarios se aprende mucho sobre ellos. Al margen de la botella de
aguardiente que todo ruso lleva en la estepa Siberiana, estaban
dispuestos a no fumar. Kolmogorova escribe en su diario: “Los
chicos juraron solemnemente que no fumarían durante todo el
viaje. Me pregunto cuánto tienen de fuerza de voluntad, si se
puede vivir sin cigarrillos?”.
El
último abastecimiento antes de subir al tren que les
llevaría a través de la taiga fue en Zavchoz el 23 de enero.
Compran harina de avena, latas y carne en conserva. Kolmogorova
apunta que se olvidaron de la sal.
Que
hubieran ingerido algún producto en mal estado no se puede
descartar, ni el hecho de que uno o dos de ellos atacara a los demás,
pero eso no explica el miedo ni la muerte de los nueve. A no ser que
no fueran conscientes de lo que estaban tomando… También se habla
de “Nieve Tóxica”, cuya agua pudieron beber al derretirse. La
nieve tóxica sería el producto de experimentos químicos y
biológicos del ejército, bombardeos, fugas de centrales, que al
subir a la atmósfera se transforma en lluvia y forma la nieve de las
montañas.
TEORÍA
DEL ATAQUE DE TRIBUS AUTÓCTONAS
En
esta zona habitaban la tribu de los Mansi. Los mansi también fueron
sospechosos de las muertes de los esquiadores, por la coincidencia
del número nueve, por adentrarse en sus territorios, pero pronto
fueron descartados como culpables, de hecho, su ayuda fue muy
importante en las tareas de búsqueda.
Se
decía que podían estar enojados con los chicos por entrar en
territorio sagrado, pero esa zona para ellos no era sagrada en
absoluto, al contrario, pensaban que estaba embrujada.
Aunque
les hubieran atacado guerreros mansi armados, los esquiadores también
iban armados. Llevaban un fusil, un hacha y varios cuchillos,
exceptuando algún cuchillo que apareció con los cadáveres, todo lo
dejaron en la tienda. Si te atacan ladrones o gente de la tribu
molestos, primero no huyes sin las armas, y segundo, los ladrones
habrían saqueado el campamento, y no se llevaron nada. Y aparte de
las huellas de los chicos y los posibles destrozos que causara el
equipo de rescate (añado otra vez que esperaban encontrarlos vivos,
por lo que no fueron muy cuidadosos con dónde pisaban al descubrir
el campamento) no había rastro de más personas.

Las
huellas de la fotografía son las que se usaron para seguir el rastro
del grupo, conducían hacía el árbol dónde aparecieron los dos
primeros cadáveres. Se les llama “huellas en columna”, una vez
prensada la nieve, la huella se congela y al soplar viento que
arrastra el polvo de nieve que las rodea, quedan estas curiosas
formaciones, que son las que tuvieron en cuenta para localizarlos.
Son las huellas de un grupo de ocho a nueve personas, caminan juntas
aunque en algunos tramos alguien se desvía del grupo y vuelve a
unirse más adelante. Son huellas antiguas, muy diferentes de las que
podrían dejar los equipos de rescate. Pocos de los pies llevan
zapatos y la dirección coincide con la posición de los cuerpos.
Llevan
un paso organizado, todas las demás pisadas caóticas alrededor de
la tienda lo más probable es que pertenezcan al equipo de rescate,
por lo que la teoría de la huida a lo loco no se
sostiene. Abandonaron con mucha prisa la tienda, sí, pero
sabían hacia dónde se dirigían.

También
se especuló con un posible ataque de fugitivos ocultos en la
montaña. Siberia, en el momento de la tragedia era todavía una
tierra de Gulag o deportación de presos políticos. Muchos campos de
concentración pequeños se dispersaron por toda la región. El
más cercano era el de Ivlag a pocos kilómetros del sitio de una
tragedia. En ocasiones hubo fugas, los presos se escapan y se
esconden durante años e incluso décadas, juntos en lugares
aislados.Los jóvenes pudieron convertirse en testigos no deseados y
ser asesinados. Muchos de los presos políticos lucharon en los
frentes de la Segunda Guerra Mundial, sabían cómo matar y no les
preocupaba hacerlo. Pero sin en un solo día estas pobre criaturas se
congelaron, no me imagino un campamento de fugitivos en un lugar
tan inhóspito, sin contar con que no hay rastro de ellos ni los
mansi tienen noticias suyas.

Por
otra parte Yury Yudin, que tuvo que reconocer el equipo, la ropa y
los cuerpos de sus amigos, descubrió un pedazo de tela que no
pertenecía a ninguno de los miembros del grupo. Era un “obmotki”,
una pieza de ropa que se usaba para envolver alrededor de los pies o
las piernas para mantener el calor, enrollándolo como una venda.
Tienen una forma característica y es de un material
determinado. Se utiliza ampliamente entre los soldados en los
años 40 y después entre los prisioneros de los campos de
concentración de Stalin. Y quién sabe si no lo seguiría usando
algún soldado de la época. Nadie sabe cómo llegó aquí y nadie
sabe cómo desapareció de la sala de pruebas. Pero lo hizo.
TEORÍA
DE LA AVALANCHA

Esta
fue la primera versión casi oficial. El tiempo había empeorado
dificultando la visibilidad, ellos mismos lo explican en sus diarios.
La zona de la montaña que eligieron para acampar era propensa a
sufrir avalanchas y ellos lo sabían, por eso una de las dudas que
surgieron fue por qué eligieron ese lugar, que no era el más
apropiado. Se pensó que debido al mal tiempo se equivocaron de
camino, y demasiado cansados para retroceder, acamparon en ese lugar.
Yuri, el único superviviente, no opinaba lo mismo; conocía la forma
de pensar de Dyatlov, y en su opinión, sí es cierto que el mal
tiempo les retrasó más de lo previsto, y la acampada debía ser 20
kilómetros más adelante, una vez pasada la falda de la montaña,
pero en lugar de retroceder y perder más tiempo o avanzar que
era más peligroso, lo más lógico era que acamparan justo donde lo
hicieron. Era cierto que en esa ladera se producían avalanchas
ocasionales, pero nada indicaba que fuera a ocurrir una, y estaban lo
suficientemente alejados para huir y protegerse.
Teniendo
esto en cuenta, no es descabellado pensar que el miedo a un
desprendimiento de nieve no estuviera presente entre ellos, habían
aceptado un riesgo. La teoría oficial continua indicando que durante
la noche, un potente ruido les hizo creer que se estaba produciendo
un alud, de ahí su salida precipitada de la tienda y el correr a
ponerse a salvo en el bosque.
Una
de las últimas fotos del grupo, estableciendo su último campamento.
No
hubo ninguna avalancha ni esa noche ni después, la nieve que cubría
la tienda y los cuerpos era mínima y la justa en una montaña donde
cae la nieve. El equipo de los jóvenes (los esquíes, etc)
estaba clavado rodeando la tienda tal y como lo dejaron ellos, así
lo demuestran las últimas fotos tomadas por el equipo y las del
grupo de rescate. De haber un movimiento en la nieve, estarían
cubiertos o desplazados y no es así.
.
El
equipo de los esquiadores perdidos sigue en la misma posición.
No
hubo desprendimientos, por lo que la teoría oficial continua
diciendo que el ruido que les asustó pudo ser el de un avión en
pruebas, cerca hay una base militar, y eso explicaría las luces
naranjas que vieron los excursionistas. Unos deportistas cualificados
saben distinguir el sonido de un avión y el de la nieve
deslizándose, pero aunque así no fuera y la tensión les hiciera
separarse de la tienda, al ver que no había peligro y que se estaban
congelando, hubieron vuelto a por su ropa de abrigo, cosa que no
hicieron.
En
estas dos fotos se aprecia cuales eran las condiciones meteorológicas
durante su último trayecto. Como veréis van muy abrigados.
Es
de día, y en el diario del grupo indican que la temperatura es de
-18º a -24º de día. El sol está a punto de ponerse, a las 17:02
horas. La última anotación del diario de Dyatlov, dice:
“No
podemos dejar que cualquiera en nuestra situación comience el
ascenso a las montañas. A cerca de 16:00. Debemos elegir
el lugar para la carpa. Hay viento, un poco de nieve. La capa de
nieve es de 1,22 metros de espesor. Cansado y agotado, empezamos
a preparar la plataforma para la tienda. La leña no es
suficiente. No cavaremos un hoyo para el fuego. Demasiado
cansado para eso. Cenamos justo dentro de la tienda. Es
difícil imaginar un gran consuelo en algún lugar de la cordillera,
con un viento penetrante, a cientos de kilómetros de distancia de
los asentamientos humanos.”
Los
daños en los cuerpos tampoco los pudo producir una avalancha, porque
la línea de pisadas se aprecia que todos salieron por su propio pie,
sin embargo, la herida del cráneo y la del tórax los
inmovilizaría por completo y de inmediato. Les tendrían que sacar
sus compañeros de la tienda y llevarlos con ellos, pero no hay
marcar de arrastre y precisamente los más heridos fueron los últimos
en morir.
¿Alguien
se ha fijado en una especie de crucecita que se aprecia en la
fotografía que toma el equipo de rescate de la tienda?
Fue
tomada el 26 de febrero. El que está de espaldas es Vadin Brusnicin,
compañero de los fallecidos del Instituto Politécnico y de los
primeros en comenzar la búsqueda. La tienda es inconfundible, ya que
la fabricaron uniendo dos carpas Igor Dyatlov y su amigo
Boris Slovkov, que fue quien encontró e identificó la tienda. Es la
primera foto tomada de la tienda, cuando aun creían que encontrarían
vivos a sus compañeros. La cruz no tiene ningún significado
religioso, ya que estamos en la antigua Unión Soviética, un estado
ateo. Y esa misma cruz aparece en la última foto del equipo perdido
mientras montaban esa misma tienda, el 1 de febrero.
O
bien se trata de parte del equipo o de una señal para saber dónde
establecerse. No está cubierta por la nieve.
En
25 días las condiciones climáticas no cambiaron mucho, como se
aprecia en las fotos del equipo de rescate.
TEORÍA
DE LA CONSPIRACIÓN MILITAR
La
que casi todos tienen en mente. Y después de analizar las
anteriores, muchas pistas apuntan a ella. Armas químicas, misiles de
prueba, prototipos de aviones sobrevolando la zona…
No
era desconocido para nadie que aquella fue una zona de maniobras
militares. Gran parte de la zona era militar. Ekaterimburgo estaba
rodeada de misiles antiaéreos. En esos años estaban probando
un prototipo de misil que fallaba más que una escopeta de feria.
Quitar de en medio a testigos inoportunos no es era un
problema para ellos. Se supone que conocían la ruta que seguirían
los chicos, pero los accidentes ocurren. Cerca de Sverdlovsk
existía un gran complejo de experimentación de armas químicas.

Entre
los tipos de armas que se podían estar experimentando, se habla de
algo que explotó, aunque no aparecieron restos, lo que explicaría
los daños físicos en cuatro de los chicos. Algún tipo
de spray paralizante, resonancias ultrasónicas que
producen confusión momentánea, un fuerte reflejo que pudo cegarlos,
un arma química. Cualquier cosa que justificara su huida y por qué
no volvieron a la tienda. Eran testigos incómodos y había que
ejecutarlos. Aviones de prueba sobrevolando la zona, y tal vez
rociando algún producto, no se puede descartar.
¿Y
qué opinaba Yuri?. Él siempre estuvo convencido de que los
militares tuvieron algo que ver. Tuvo que reconocer los cuerpos de
sus amigos, que a juzgar por las fotografías de los cadáveres no
tuvo que ser nada agradable y explicar qué prenda era de quién.
También identificó dos materiales que no pertenecían al grupo, una
tela militar y unas gafas, militares. Se encontraron tres cámaras
dentro de la tienda, todas con fotografías similares desde distintas
perspectivas, pero él insistió en que eran cuatro las cámaras que
llevaban sus compañeros. También faltaba uno de los diarios.
Yuri
Yudin también menciona que en algún momento de la investigación,
vio unos documentos en los que indicaba que los militares comenzaron
las indagaciones 10 días antes de que empezara la búsqueda oficial
por la gente del Instituto Politécnico. Pero estos documentos
también desaparecieron. También vio cómo se sacaban de la sala de
autopsias recipientes con los órganos de sus amigos para enviar al
laboratorio, que nunca llegaron. Y si llegaron, no hay informes de
ellos. A pesar que los informes forense preliminares son muy
detallados y profesionales.
El
barranco donde aparecieron los últimos cuatro esquiadores, era una
fosa cavada por ellos mismos aprovechando el desnivel del barranco,
en teoría para protegerse del frío, pero allí aparecieron los más
heridos. Tal vez fue en primer refugio al apagarse el fuego del
árbol.
TEORÍA
DEL ESPIONAJE.
Por
último, se ha llegado a afirmar que al menos uno de los miembros del
equipo era un doble espía infiltrado. También hay quien opina que
todos eran espías o estaban trabajando en algún proyecto secreto
dentro del Instituto Politécnico. Sí es cierto que tres eran
estudiantes de ingeniería, pero el resto de radio y economía. El
sospechoso es el guía, Zolotariov, es mayor que el resto (37 años),
usaba un nombre falso (no se llamaba Alexandre, sino Zenem) de origen
cosaco y estuvo en el ejército. Era un veterano de guerra de un
pelotón del que solo sobrevivió un 3%, tenía tres medallas al
valor, cuando como mucho los veteranos tenían una, antes de la
segunda ya estaban muertos.
Eso
explicaría por qué había una prenda contaminada de radiactividad,
aunque leve. En aquella época, los occidentales no tenían un acceso
fácil para infiltrarse como espías, por lo que contrataban a
ciudadanos rusos. Su misión era localizar los lugares dónde podría
enriquecerse uranio, por eso intercambiaban con el espía en cuestión
un objeto o una prenda impregnada de radiactividad. La central
nuclear secreta de Tomsk-7 fue descubierta así, mediante el
intercambio del gorro de un esquiador contaminado de radiación. Se
supone que Zolotariov era un doble espía, le contactaban para
entregar una prenda contaminada pero era una trampa para que la KGB
diera con el occidental.
Muchas
teorías, pero ninguna solución.
Tengo
que hacer una aclaración muy importante: En las fotografías de los
cadáveres (que no publicamos ahora), éstos están vestidos. Cuando
se habla de ropa interior realmente habría que hablar de “ropa de
interior”,o se dice que los fallecidos estaban medio desnudos,
realmente no es cierto. Los esquiadores llevaban dos tipos de ropa,
la de estar dentro de la tienda, que es la que se considera como ropa
interior (ropa de interior, de interior de la tienda), y la de abrigo
de exterior. La ropa de interior eran camiseta de manga corta,
camiseta de manga larga, jersey (uno o dos), pantalones gruesos y
varios pares de calcetines. También tenían un calzado especial para
andar por la tienda. Salen de la tienda con la ropa de reposo dejando
la de abrigo de exterior y los dos pares de zapatos. es raro que no
llevaran puestos sus zapatos de interior de la tienda, puede que el
incidente ocurriera justo cuando se estaban cambiando de calzado.
Los
cadáveres encontrados bajo el árbol sí llevaban poca ropa, pero
porque sus compañeros la cortaron en jirones para abrigarse, una vez
estaban muertos y seguramente en rigor
mortis,
por eso tuvieron que cortar la ropa.
Esto
descarta la teoría del “desnudo paradójico” por
hipotermia, que viene a decir que en momentos de hipotermia extrema,
los afectados comienzan a quitarse la ropa, desorientados. Ellos no
estaban desorientados, porque intentaban mantener el calor por todos
los medios. Pero un par de jerseys de lana y unos pantalones, en una
noche que superó los -20º centígrados (se llega a especular con
una sensación térmica de unos -30º debido al fuerte viento que
soplaba), es prácticamente como estar desnudo.
INFORME
FORENSE
El
misterio de las muertes sigue siendo un misterio, pero al menos
sabemos cómo murieron. Cuál fue la fuerza fuera de lo común que lo
provocó, sólo puede intuirse.
Las
autopsias de los cinco primeros cadáveres, se llevó a cabo en
un pueblo de Vizhai por Boris Alekseevich Vozrojdenniy (irónicamente,
su apellido significa “renacer”). Doroschenko,
Krivonischenko, Dyatlov y Kholmogorova el 4 de marzo. Rustem Slobodin
fue descubierto el 5 de marzo, por lo que su autopsia se produjo el
día 8. Todos tenían contusiones, hematomas, abrasiones por
congelación, congelación, manchas marrones (producto de las
quemaduras en el hielo) y murieron de hipotermia.
Los
cuatro restantes los encontró un cazador mansi con su perro. La zona
de deshielo se había convertido en un arrollo, la carne congelada y
mojada después los dejó muy deteriorados.
A
los cuatro les faltaban los ojos y parte de la piel de la cara.
Lyubina no tenía lengua ni parte de la cara incluido el labio
superior. En el estómago encontraron sangre, podría ser de la
hemorragia torácica o la lengua la perdió viva. Las costillas rotas
del torax habían perforado la aurícula derecha del corazón.
El
golpe en la cabeza de Thibeaux, con hundimiento y fragmentación del
hueso temporal, le produjo una hemorragia que le dejaría sin sentido
inmediatamente. Zolotariov también tenía las costillas del lado
derecho fracturadas, le herida era abierta. Los tres murieron a
consecuencia de las heridas, Kolevatov tenía el cuello en una
posición extraña, parece que murió de hipotermia.
LA
TIENDA
En
un principio se pensó que los desgarros en la tienda se produjeron
desde fuera, fue en el almacén de pruebas donde la señora de la
limpieza sugirió que parecían estar hechas desde dentro. Tenía
razón, tuvieron que aceptar esta teoría.
El
misterio sigue aquí, en la tienda de campaña, junto con sus objetos
personales, su ropa de abrigo y el motivo que provocó su muerte.
Dyatlov
diseñó una estufa especial para colocar en el interior de la
tienda, como se ve en la foto. La última noche no la montaron,
estaban muy cansados y no tenían leña.
LA
ÚLTIMA FOTO
Se
dice que ésta es la última fotografía que hicieron los chicos. La
cámara pudo dispararse por accidente, en el techo de la tienda había
una lámpara. O también pudo dispararse después, durante la
manipulación de los objetos encontrados.
LA
RADIACTIVIDAD
Yuri
Krivonischenko (Юрий Кривонищенко) trabajó en
Chelyabinsk-40, una instalación nuclear secreta que sufrió un
desastre que se conoce como el “Accidente Kushtumkoy”. El 29
de septiembre 1957 la planta de plutonio experimentó fuga
radioactiva. Krivonishenko fue una de las personas que se envió
para limpiarlo. Pensaron que la ropa radiada podía ser suya,
algo absurdo, Yuri tenía más conocimientos sobre la radiactividad
que la mayoría de la gente en el momento y es muy poco probable que
guardaba alguna de la ropa que llevaba dos años antes del viaje.
Sobre todo sabiendo que estaba contaminada. Pero es un dato
importante saber que al menos dos miembros del equipo sabían lo que
era exponerse a las radiaciones. ¿Encontraron algún resto de
material radiactivo por la zona, lo llevaron a la tienda y allí
comprobaron lo peligroso que era?. Que falten cosas de la tienda no
es raro, cuando una vez avistada por el ejército, tardaron 14 días
en dar el aviso, si tenemos en cuenta las declaraciones de Yuri
Yudim.
Aun
así la radiactividad era leve, y se centraba en una sola de las
prendas (hay discrepancias entre el abrigo de Dubinina y los
pantalones hechos jirones y usados por ella de su compañero muerto).
En cuanto a la lengua de la mujer, el las fotografías se la ve
cabeza abajo, con la cara sumergida en el arroyo que se formó
durante el deshielo.
Actualmente,
el paso Dyatlov se ha convertido en lugar de atracción morbosa
turística. Siete de los fallecidos están enterrados en el
cementerio de Ekaterinburg. Por razones desconocidas, los cuerpos de
y de fueron trasladados a otro cementerio más alejado al que está
prohibido el paso.
Esta
es una de las fotografías recuperadas que casi no se conoce. Parece
que hay un cierto enfrentamiento entre Dyatlov y Zolotariov. El
cadaver de Dyatlov mostraba lesiones en los puños típicas de una
pelea, pero se dice que las contusiones que todos presentaban fueron
producidas por los espasmos y la agitación anterior a la muerte por
congelación.